En el Salón de Actos de la mencionada institución y luego de un emotivo acto cultural con fuertes raíces populares, el primer mandatario comunal compartió la mesa con los vecinos, socios y miembros de este famoso club que nucléa a los miembros de una de las colectividades presentes en la realidad de Lanús.
Los miembros de la comisión directiva, encabezada por su presidente, Glinsek Vinko; el vicepresidente, Rozman Franci; el secretario Rot Meter; la tesorera Pozes Franka, entre otros dieron la cálida bienvenida a Díaz Pérez quien estuvo acompañado en la oportunidad por el Jefe de Gabinete, Héctor Bonfiglio; el Secretario de Gobierno, Juan Carlos Viscellino; la Directora de Habilitación Comercial, Lara Villalba; el Director de Comunicación Social, Daniel Lancellotti y el asesor Nicolás Fusco.
Cabe mencionar que esta importante institución lanusense fue fundada en el año 1952, a instancias del trabajo del reverendo padre Janez Hladnik (1902-1965) quien junto a una importante cantidad de inmigrantes eslovenos dieron forma a este proyecto que desde hace 56 años presta ayuda y colaboración a todos los vecinos de la zona.
Al referirse a dicha a la historia que se renueva con cada aniversario, el presidente Vinko expresó: “los inicios fueron difíciles, familias numerosas sin subvenciones y sin ayudas de ningún tipo, pero la laboriosidad y la solidaridad entre ellos les permitió llegar rápidamente a una propiedad y a un techo. En el año 1951 crearon la sociedad de fomento, cuyas obras más visibles fueron los baldosones de hormigón que todavía hoy utilizamos en el barrio. Con la llegada de los padres lazaristas a la zona, nuestros padres recibieron un nuevo empuje, se comenzó con la construcción de la casa parroquial y con la creación de la sociedad civil, estos fueron los pilares principales de este lugar y de todos los que conformamos con nuestro trabajo la memoria de nuestra querida cultura”.
Por su parte, el intendente Díaz Pérez agradeció a los presentes por la invitación con la que fue honrado y se refirió a la emoción que siente cada vez que es convocado por las diferentes comisiones de inmigrantes del distrito. “Es nuestra obligación reconocer cuando participamos de reuniones como estas, que los primeros ladrillos de nuestro Lanús fueron puestos por los queridos inmigrantes, que con su fe, su compromiso y su trabajo hicieron grande nuestra ciudad. Todavía falta mucho, pero tengan la plena seguridad que en nombre de nuestros antepasados estamos redoblando esfuerzos para hacer de nuestro distrito un lugar mejor para vivir, pujante con capacidad de crecimiento y desarrollo” expresó.