12 detenidos acusados de fraguar accidentes para cobrar seguros

Fuentes policiales informaron a Télam que la banda está acusada de haber cometido una estafa de aproximadamente tres millones de pesos en perjuicio de varias empresas aseguradoras.

Los arrestos se llevaron a cabo en las últimas horas durante una serie de allanamientos realizados en los barrios porteños de Mataderos, Caballitos y Flores.

Según detallaron las fuentes a Télam, los procedimientos los realizó la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal, al mando del comisario Omar Bravo.

Uno de ellos se llevó a cabo en José León Suárez al 2400, de Mataderos, otro en Acoyte al 600, de Caballito, y el restante en Boyacá al 900, de Flores.

Los investigadores establecieron que en la estafa estaban implicados el dueño de una mandataria de taxis que poseía nueve automóviles Chevrolet Corsa, quien además poseía un taller de chapa y pintura.

Ese hombre estaba asociado a su vez con una mujer, cuyo esposo era empleado de una empresa de seguros.

También estaban aparentemente involucrados en la maniobra tres abogados, detenidos anoche en un allanamiento realizado en un estudio jurídico, agregaron los informantes.

Según la pesquisa, la banda fraguaba siniestros, choques, lesiones a terceros transportados y no transportados para luego de una mediación con la compañía de seguros obtener un resarcimiento económico que oscilaba entre los 5.000 y 30.000 pesos.

"La banda siempre utilizaba los mismos vehículos, a los cuales sólo les intercambiaban las chapas patentes para sacarles la foto, y además, para que no se advierta la maniobra, los acusados iban alternando las compañías de seguros", dijo a Télam el jefe del operativo, comisario Bravo.

Las lesiones sufridas por las supuestas víctimas eran siempre las mismas: efecto látigo cervical y golpes o dolores internos difíciles de comprobar por los médicos de la compañía de seguros.

Las personas que montaban el falso accidente iban rotando, es decir que en accidentes en los cuales una persona figuraba como chofer, en otro aparecía como pasajero o tercero no transportado.

Los presupuestos para reparar los autos los hacían siempre en el taller propiedad del mismo dueño de la mandataria y, finalmente, los reclamos los realizaba la esposa del empleado de la aseguradora, quien pagaba a los supuestos damnificados.

La investigación del caso fue ordenada por el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción 42, a cargo de Gabriela Lanz, y comenzó hace seis meses, cuando una empleada de una de las compañías aseguradoras damnificadas se dio cuenta de que en dos accidentes distintos figuraba la misma persona, aunque en uno de ellos como chofer de taxi y en el otro como pasajero.

Ese descubrimiento motivó que la compañía radicara la denuncia y que la División Defraudaciones y Estafas comenzara la pesquisa sobre más de 120 hechos denunciados.

Así pudo determinarse la relación entre la mandataria, el taller, el estudio jurídico y la mujer que se dedicaba a realizar los reclamos ante las distintas compañías aseguradoras.

Las Fuentes dijeron que la maniobra fraudulenta damnificó a varias compañías aseguradoras por unos 3.000.000 de pesos.