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La víctima, identificada como José Luis Martín, de 19 años, ingresó el domingo pasado en estado de coma al Hospital de Agudos Oscar Alende, de Mar del Plata, donde fue operado y hoy evolucionaba favorablemente, según fuentes médicas.
El hecho ocurrió a las 6.40 del domingo, cuando Martín bajó de un colectivo en la avenida Bunge y del Libertador, en el centro de Pinamar, y "fue agredido por un grupo de jóvenes a la altura de la galería Balmoral", dijo su padre, Jesús Martín.
"Luego, esos mismos jóvenes subieron y le arrojaron una botella", afirmó el hombre, quien agregó que los agresores "son tres, dos cordobeses y un santafesino, y dos de ellos son menores de edad".
Luego precisó que su hijo "estuvo tirado sobre la vereda durante 45 minutos hasta que llegué al lugar y, junto con otro muchacho, lo pudimos llevar al hospital de Pinamar", y adjudicó esta demora "a una mala acción policial".
José Carlos Martín, hermano de José Luis, dijo a Télam que "los agresores fueron cordobeses, que apenas se dieron cuenta que se habían mandado una macana grande juntaron las cosas, se fueron del departamento que alquilaban y le tiraron la llave al dueño por abajo de la puerta".
La investigación del hecho está a cargo de Diego Bensi, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Pinamar, descentralizada del departamento judicial de Dolores, quien lo caratuló como "lesiones gravísimas".
Fuentes policiales confirmaron que los agresores fueron identificados como de la provincia de Córdoba y de Santa Fe y que estaban de vacaciones, pero aún no fueron detenidos y ubicaron el lugar donde partió la botella en el quinto piso del edificio Balmoral, situado en Bunge 641.
Jesús Martín agregó que el fiscal Bensi "tomó hoy declaración a cuatro testigos que vieron todo y me dijo que en 12 o 24 horas los agresores iban a estar detenidos".
Un tío de la víctima, Miguel Martín, dijo que su sobrino "es un simple obrero de Pinamar que al momento del botellazo se dirigía a trabajar en el corralón municipal, pero fue agredido por unos ineptos, que ahora están desaparecidos".
"Yo pido justicia -añadió- y que este caso se aclare, que la policía accione rápidamente y que se controle más a los jóvenes que están veraneando en la ciudad". También señaló que "la noche de Pinamar es tierra de nadie. Es terrible la falta de control que hay, no sólo policial sino también municipal", y agregó que "el problema son las autoridades; no pueden seguir haciéndose los distraídos".
Este hecho reavivó la polémica en Pinamar sobre el descontrol de los jóvenes, en especial menores de edad, cuando están de vacaciones, potenciado en algunos casos por el consumo de alcohol y bebidas energizantes.
En este sentido, operadores inmobiliarios anunciaron que presentarán en el Concejo Deliberante local un proyecto para crear un registro de jóvenes que alquilan solos durante la temporada veraniega, ante la reiteración de este tipo de hechos en Pinamar.
Uno de esos operadores, Jorge Yeza, dijo a Télam que "este registro, que podría estar en manos de la Secretaría de Turismo o de Acción Social de la comuna, actuaría como una forma de contención de los jóvenes".
"En la temporada es habitual que ocurran este tipo de hechos, pero la solución no es no alquilarle a los jóvenes", dijo Yeza, y añadió: "en Pinamar con los jóvenes ocurren los mismos hechos que pasan en Buenos Aires o en los viajes de egresados a Bariloche".
"Muchos padres alquilan departamentos y dejan solos a sus hijos que actúan en forma desproporcionada, estimulados por la distensión de las vacaciones o por el excesivo consumo de alcohol y bebidas energizantes", afirmó el empresario.
A principios de enero, una patota agredió en el boliche Ku a un grupo de jóvenes, y luego reiteraron la golpiza a metros de la comisaría, cuando las víctimas fueron a realizar la denuncia.