“La clínica Estrada es inviable”. Esa fue la respuesta que recibió el intendente Néstor Grindetti cuando él y sus funcionarios consultaron con autoridades provinciales sobre la factibilidad de utilizar las abandonadas instalaciones de la Clínica Estrada para que allí funcione un hospital de campaña en caso de ser necesario.
A pedido de los vecinos del barrio -quienes también tienen problemas por el movimiento de okupas hacia la clínica- y en busca de camas adicionales, el ejecutivo municipal inició gestiones con la justicia y el gobierno provincial para poner en funcionamiento el sanatorio en tiempos de crisis por el avance del coronavirus.
La Justicia dijo “si”. Pero la Provincia decretó que es inviable, que no está en condiciones y que no se puede realizar técnicamente semejante obra en el corto plazo.
Por Marta Santos
