Lynn, de la archidiócesis de Filadelfia, se convirtió en junio pasado en el primer miembro de la Iglesia católica en ser juzgado en el marco de los escándalos destapados en los últimos años en EEUU sobre abusos sexuales contra niños cometidos por sacerdotes y encubiertos por sus superiores.
El alto religioso fue hallado culpable de un cargo por poner en peligro a niños, si bien nunca estuvo acusado de haber cometido personalmente los abusos, señala un despacho de la agencia DPA.
La jueza Teresa Sarmina sentenció al religioso en una causa por pederastia, por poner en peligro a niños y cubrir las agresiones carnales contra menores de edad cometidos por otros curas que estaban bajo su supervisión entre 1992 y 2004.
"Usted sabía muy bien qué era lo correcto, monseñor, pero eligió hacer lo incorrecto", le dijo la juez Teresa Sarmina al imponerle la sentencia.
Según la acusación, Lynn recomendó que dos sacerdotes que estaban bajo su supervisión continuaran ligados a parroquias pese a los indicios acerca de que podrían estar abusando de niños.
Uno de esos sacerdotes se declaró luego culpable de asalto sexual contra un niño de diez años y el otro fue enjuiciado junto a Lynn, pero el jurado no logró llegar a un veredicto, por lo que podría enfrentar un nuevo juicio.
Los abogados defensores, Thomas Bergstrom y Jeffrey Lindy, dijeron que apelarán el fallo porque lo consideran demasiado severo y prevén solicitar fianza para su cliente el 6 de agosto próximo.
El escándalo explotó en 2002 cuando el reverendo James Brennan, de 49 años, fue denunciado por molestar y tratar de violar a un niño de 14 años en su propio apartamento y en repetidas ocasiones durante 1996.
Desde mayo pasado, la Arquidiócesis de Filadelfia separó de sus funciones a nueve presbíteros por comportamiento indecoroso ante menores de edad.
A principios de este mes esa institución eclesiástica expulsó a otros dos clérigos después que trascendieron alegaciones interpretadas como presuntas conductas sexuales inadecuadas.