Lidia Medina, acusada de regentear los burdeles de la Rioja en los que estuvo Marita Verón, manifestó hoy que ella, como Susana Trimarco, madre de la joven desaparecida, también lleva diez años de calvario ya que "nunca tuvimos a su hija".
Medina es madre de José "Changa" y Gonzalo Gómez, los mellizos que hoy protagonizaron un incidente durante la declaración de Trimarco, cuando respondieron que no tenían nada que ver ante la acusación de la madre de ser parte de una mafia de trata de personas.
"Jamás va a parecer la hija de (Susana) Trimarco si esta señora no entiende que nosotros nunca la tuvimos", dijo Medina y aseguró: "Yo era feliz hasta que desapareció esa chica y nos acusaron por el hecho de haber tenido una whisquería".
Medina hizo declaraciones a la prensa ya que en principio iba a declarar en el juicio pero luego desistió de hacerlo.
También negó las acusaciones respecto a que la familia "practica ritos satánicos" y desafió a que "vayan a La Rioja y pregunten por mi, ya que soy católica y concurro todas las semanas a la Catedral".
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