"Hay una intervención por un hecho externo debido al adelantamiento de las elecciones y la nula posibilidad de hacer elecciones internas. Pero además por los problemas con el PRO disidente y toda esa corriente díscola", confirmó el diputado nacional Christian Gribaudo.
La Mesa Nacional del PRO designó a José Torello -también titular partidario en el ámbito nacional-, que estará secundado por Gribaudo y por el legislador nacional Ramiro Tagliaferro, según confirmaron fuentes partidarias.
La decisión fue comunicada de manera "inmediata" a los dirigentes seccionales, e impuso la intervención en cada uno de los distritos con el objetivo de quitarles el mando a los dirigentes díscolos, que reclamaban internas partidarias para instalar la marca PRO disidente.
"De acá en más va a haber un PRO único, y los que hablaban fuera del partido ya no tomarán decisiones. El interventor, con aquellos dirigentes que estamos acompañando, trabajaremos con los referentes y dirigentes de cada distrito", aclaró Gribaudo.
Con esta jugada quedó fuera de escena el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, que era fuertemente resistido por los dirigentes díscolos aunque la decisión apuntó a "cuidar" al funcionario, aclararon.
Pero la situación no fue igual para el ex jefe del PRO bonaerense Jorge Macri, para quien también recayó la pena, debido a que había presentado una licencia a su cargo de presidente: "¿Si Jorge Macri se va a enojar? Los jorgistas ya demostraron su enojo y se fueron. Ya no nos interesa", dispararon fuentes macristas.
La intervención se concretó tras una reunión de la cúpula nacional partidaria que convocó Macri en la Jefatura de Gobierno porteño.
El PRO bonaerense sufrió su fractura cuando a mediados de febrero el jefe partidario selló una alianza electoral con los peronistas disidentes Francisco de Narváez y Felipe Solá, y un grupo de dirigentes encabezados por la senadora provincial Viviana Arcidiácono, el concejal lomense Carlos Fiorentino y el referente de Vicente López, Cristian Raff.
Con el acuerdo cerrado, Macri desplazó a su primo de la conducción partidaria y los díscolos acusaron al jefe de Gobierno de haber "entregado el partido al duhaldismo".