Como estaba pautado, a las 11 y media de la mañana, familiares, agentes retirados de la fuerza y algunos policías en actividad, iniciaron una marcha en el Ministerio de Seguridad Bonaerense en reclamo de elementos de trabajo adecuados, mejores salarios y mayor seguridad para los efectivos.
«La reunión fue positiva», expresaron los voceros a la salida del encuentro, del que también participó el superintendente de la fuerza, Juan Carlos Paggi.
Según el diario Hoy, los funcionarios les prometieron a los manifestantes que todos los reclamos serán atendidos y que se efectivizarán a la brevedad. Al mismo tiempo, aseguraron que no habrá sanciones para ningún hombre de la fuerza que haya expresado disconformidad con la actualidad policial.
Aunque los participantes de la reunión no dejaron trascender mayores detalles de los acuerdos alcanzados, desde Provincia les habrían asegurado la entrega de chalecos a lo largo de la semana, la entrega de más móviles patrulleros, aumento de las horas cores (horas extras), el ascenso para heridos y discapacitados (medidas que demorarían más tiempo porque deberían aprobarse en el Congreso para efectivizarlas), y también un aumento salarial que podría percibirse a partir de abril o mayo
No obstante, y más allá del acuerdo alcanzado, la movilización no se desconcentró y continúa su marcha hacia la Torre 1, en 12 y 53, donde funcionan dependencias del ministerio de Seguridad provincial.
Los organizadores de la protesta de hoy sostuvieron que el lunes podrían marchan a las 18 horas a Gobernación, en caso de que no se cumpla con lo prometido en la reunión de hace unos minutos.
Los manifestantes llevaron simbólicamente dos cajones fúnebres que depositaron en las escalinatas del Ministerio de Seguridad en calle 2, entre 51 y 53, de la ciudad de La Plata.
Un grupo de policías en actividad ingresaron al edificio para entregar el pliego de demandas y reunirse con autoridades del gobierno provincial.
Bajo la consigna «los policías tenemos derechos», se repartieron volantes donde se destaca puntualmente: «Basta de chalecos vencidos, pesados y obsoletos, basta de equipos de comunicación que no sirven, basta de armamentos caducos y cartuchos sin pólvora y basta de que la vida de un policía valga $6,80».
Los testimonios registrados frente al Ministerio tienen un correlato con lo expresado como reclamo por los agentes. Esposas de policías denunciaron que sus maridos trabajan con «chalecos vencidos, que se tienen que pasar uno a otro cuando terminan los turnos, los móviles también están en muy mal estado».
Además de los pedidos al titular de la cartera de Seguridad provincial Carlos Stornelli, tembién hubo pases de factura para las gestiones anteriores. Una de las madres de los policías caídos en el cumplimiento del deber, distinguidas con pañuelos azules en sus cabezas, sostuvo «lo que pasa es que hace 10 años que la policía es un desastre, Arslanián hizo cualquier cosa», y pidió «tiempo» para la gestión de Juan Carlos Paggi a cargo de la Policía de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
El asesinato del subteniente Miguel Ángel Martínez (55 años) en manos de una banda de Olmos fue la gota que rebalsó el vaso. Y, a través de una cadena de emails y con la pegada de panfletos en comisarías, se preparó la primera marcha al ministerio de Seguridad, bajo la consigna Los policías tenemos derechos.Lo cierto es que frente al malestar policial un grupo de uniformados pretende reanimar un viejo anhelo para encauzar sus reclamos: el sindicato policial, el cual en cierto modo ya existe, como lo es APROPOBA (Asociación Profesional de Policías de la Provincia de Buenos Aires), pero que funciona de hecho, por cuanto las autoridades políticas y judiciales, a pesar de ser un derecho constitucional y gestionar correctamente en varios países del mundo, en especial del primer mundo, se niegan a otorgarle el correspondiente reconocimiento y personería gremial.
En las últimas horas se denunció presiones en las comisarías para que los policías no participen de la protesta. También se les amplió el horario de servicio, ya que hoy visitará la ciudad la presidenta Cristina Kirchner.
El hecho llamativo se dio cuando apenas habían pasado unos minutos de las 12 del mediodía y llegó a la zona del ministerio de Seguridad una columna de manifestantes provenientes de Florencio Varela.
Unas cincuenta personas, reconocidas como parte de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados, intentaron plegarse a los familiares de los policías pero fueron rechazados por quienes ya se encontraban en la marcha y debieron trasladarse hasta la plaza ubicada frente al Ministerio.