“Pasé justo por debajo de la rama minutos antes de que se caiga y mi esposa podría ser viuda hoy”, contó a TN.com.ar el ingeniero agrónomo Gustavo Andrés Manfredi.
“Esto es dantesco, es un árbol de más de 20 metros. Esta rama mide como 15 metros y debe pesar unas 2 toneladas”, indicó.
“La rama rompió un tobogán, las hamacas, reventó una calesita, dos subibajas y dos toritos. Poco antes jugaban varios niños en la plaza, podría haber sido una terrible desgracia”, dijo.
Según la ingeniera forestal Stella Maris Morel, el hecho ocurrió debido “al abandono del arbolado público y al peligroso desbalance de la ramas secundarias”.
“Los eucaliptos son árboles de mucha densidad y cuyas ramas caen naturalmente más de un lado que de el otro. Hace falta una poda de formateo, que da forma al árbol para evitar el desbalance del peso que provoca mucha tensión, la torsión y la ruptura de las ramas”, indicó y precisó que los fuertes vientos del fin de semana pasado podrían estar al origen de la caída.
“Este lugar es un antiguo Camino Real. Hay cerca de veinte de estos árboles de unos 80 años de edad en la manzana y nadie los cuida. La municipalidad Acá cada frentista es responsable de los árboles en su vereda y los hace un desastre”.
Ante este hecho, es imposible no recordar el caso de Zahira Morales, la niña de 6 años que fue aplastada por un árbol mientras jugaba en plaza Almagro con sus padres en diciembre pasado y sufrió una fractura y hundimiento de cráneo por el que fue operada dos veces.
El caso de Zahira había puesto en evidencia la falta de poda en Capital Federal y la saturación de los servicios encargados del arbolado público frente a las cientos de miles de quejas de los vecinos.