La situación en los hospitales públicos bonaerenses es crítica, mejor dicho el sistema de salud se encuentra en crisis. Día tras día se ve el deterioro que existe en infraestructura, así como también la falta de profesionales e insumos.
Los ajustes realizados por el Gobierno provincial ponen en jaque al servicio, muchos en beneficio del sector privado, que igualmente no da una mejor prestación, ya que existe una demora importante en los turnos.
La reducción del presupuesto en la gestión sanitaria hizo que muchas personas con enfermedades crónicas no tengan sus medicamentos, hipertensos, diabéticos, drogas oncológicas. No olvidemos que por muchas de estas causas Zulma Ortiz dejó la cartera de salud bonaerense que luego quedó en manos de Andrés Scarsi, quien era secretario de salud de Lanús.
En la misma línea, encontramos las quejas de nuestros abuelos por el pésimo servicio que brinda el PAMI. Adultos mayores que deben recurrir a sus hijos, ya que por las deudas que tiene el Estado con los laboratorios, dejaron de entregarles los remedios.
Otra preocupación que existe en algunos distritos de la Región VI es el faltante de vacunas, que son obligatorias dentro del calendario. La argumentación del Gobierno es que es un problema de logística y la conclusión es que muchos chicos no están recibiendo sus dosis.
Los recursos en salud son cada vez más escasos, y la falta de profesionales complica aún más la situación. Muchos médicos prefieren no cubrir la emergencia en las guardias, por cuestiones de salario y de seguridad.
Otro punto es el Same, que fue incorporado en muchos municipios pero aún no ha encontrado tener el prestigio que tiene en la Ciudad por la demora, y la falta de profesionales
Esperemos que sistema de salud vuelva a brindar el servicio que la gente necesita. Basta de mostrarnos como están los hospitales y hablar de la pesada herencia, es momento de hacerse cargo. La salud no es un gasto, es un derecho y la sociedad necesita que se respeten sus derechos.
