El periodista Fernando Amato dijo que la mañana que se enteró por el diario que habían matado a su compañero José Luis Cabezas, llamó a uno de sus jefes de la revista Noticias y le dijo: “Fue Yabrán”.
Amato habló con FM Provincia al conmemorarse 14 años del crimen del fotógrafo en Pinamar y aseguró que si bien la justicia pudo determinar “quién lo mató, nunca se supo por qué”.
En tal sentido, sostuvo que “la hipótesis principal siempre fue la de la foto, aunque después del juicio nunca se supo en realidad cuál fue el motivo por el cual mataron a Cabezas, se supo quién lo mató pero no por qué”.
El periodista y escritor señaló que “la justicia nunca dio los por qué», sino que «lo que se pudo determinar fue quiénes fueron los culpables”. En tanto, añadió que “todas las hipótesis son raras porque no había ninguna vinculación entre Cabezas y Yabrán, entonces era complicado encontrar el motivo, creo que el trabajo de José Luis es el vínculo más fuerte y la razón más fuerte, sumado al poder y la impunidad que tenía Yabrán”.
En tanto, advirtió que “Yabrán hizo cosas más graves por mucho menos, no nos olvidemos que a un director del correo central le balearon las piernas por no firmar una resolución a favor de Yabrán, entonces, no estamos hablando de una persona que resolvía sus cosas charlando”.
Lo que se daba en aquel entonces era “una guerra de mafias, donde José Luis, por su trabajo periodístico” molestaba y entonces se propusieron “sacarlo del medio”, significó Amato.
Según “las confesiones del expediente no quedan dudas de que a Alfredo Yabrán le molestaba el trabajo periodístico de Gabriel Michi y José Luis Cabezas que eran el equipo de la revista Noticias”, apuntó el entrevistado.
Seguido, consignó que “Cabezas era fotógrafo, era una persona común y su trabajo era seguir a un famoso como Yabrán pero no tenía nada en particular contra él, porque era un fotógrafo, no un investigador”.
En ese marco, recordó que “cuando llegué a casa y vi en la tapa de Clarín que habían matado a un compañero de trabajo no lo podía creer. No me olvido más. Inmediatamente llamé a uno de mis jefes en la revista y le dije: `Ese fue Yabrán´, porque de hecho a mi, la custodia de Yabrán me baleó en su casa en 1991”.
Al recordar el episodio en el que él fue atacado por la custodia de Yabrán, Amato destacó que “la primera vez que Noticias hizo una nota sobre Yabrán fue en 1991. Nos habíamos enterado de que había un empresario que tenía mucho poder y queríamos investigar quién era. Fui a tratar de hacer fotos en su mansión de Acassuso y los custodios nos amenazaron y cuando el fotógrafo quiso hacer las fotos nos balearon. Hicimos la denuncia judicial, actuó el Congreso Nacional en su momento”.
A partir de ese hecho, “empezaron a llamar a la directora de la revista personalidades muy importantes como Ubaldini, Jaroslavsky pidiendo que no se investigue a Yabrán. A raíz de eso, Fontevecchia dijo ¿quién es Yabrán que me está haciendo tanto ruido? Y dijo: `investíguenlo porque quiero saber quien es´. Así estuvimos investigándolo y fue tapa de la revista, con 9 páginas”.
Con respecto a las fotos que lograron tomársele a Yabrán, Amato precisó hubo una de 1996 y otra de 1995 “mirando fuegos artificiales también en la costa. En 1997 cuando vuelven a tratar de tomarle una foto, Gregorio Ríos junto con los Horneros y otros personajes asesinan a José Luis Cabezas a la salida de la fiesta del empresario Oscar Andreani”.
Amato reconoció que fue “muy complicado” trabajar después del crimen de Cabezas. Incluso en la revista “hicimos terapia de grupo porque había que salir a la calle después del crimen. Pero, los periodistas somos inconcientes y un grupo dijimos: `si no investigamos, ganaron ellos´, y entonces salimos”.
Al ser consultado sobre las condiciones en que se ejercía el periodismo en aquel momento comparado con el actual, Amato significó: “son épocas distintas, una cosa es cuando el poder político ataca al periodismo y a la libertad de expresión, otra cosa es cuando hay una batalla entre los periodistas que estamos enfrentados por distintas posiciones sobre cómo transmitir la información y qué intereses representamos”.
“Me parece que en una época hubo un poder que se alió a los grupos concentrados y provocó cortos circuitos como el de Cabezas y había libertad de expresión”, acotó.
Según Amato, “ahora somos los periodistas los que nos cuestionamos nuestro trabajo, es una pelea entre periodistas, no sé si le hará bien o mal al periodismo, pero me parece que estamos discutiendo qué periodismo queremos: si periodismo de los grupos concentrados o periodismo de periodistas”.
“En los 90 se discutía la libertad frente al Estado, hoy se discute la libertad frente a los grupos concentrados que también es grave y que nunca se habló. Tenemos la libertad que logramos luchar pero nunca es completamente amplia”, concluyó.
