Los comerciantes de Lanús no escapan a la crisis económica que está viviendo la provincia de Buenos Aires, tras el aislamiento social, preventivo y obligatorio que dictó el Gobierno nacional, el 20 de marzo, para que no se expanda el Covid-19.
Si bien aceptan la decisión de continuar con una cuarentena dura, la situación es insostenible. Mientras algunas provincias comenzaron a abrir sus actividades, Lanús seguiría con pocos cambios hasta el 8 de junio.
Los negocios, que no están dentro de los esenciales, se encuentran cerrados, y sus dueños aseguran que tienen que volver a trabajar para poder subsistir. La venta on line no cubre los gastos de empleados, servicios y alquileres.
Esta preocupación hizo que la última semana observemos muchos locales abiertos, con la cortina a medias, sin permiso, tomando medidas de prevención para poder vender algo; aunque se arriesguen a que los inspectores los clausuren y pese al escaso consumo de la sociedad por la situación económica.
Su reclamo es unánime y concreto: necesitan abrir porque ya no tienen dinero, muchos gastaron sus ahorros, y aunque el Gobierno brinda subsidios no alcanza para mantener los gastos fijos. Esta situación golpea especialmente a los peluqueros, centros de estética, gimnasios, ya que su actividad se verá afectada por más tiempo.
Los comerciantes son conscientes que aún no se llegó al pico de la pandemia y que los cambios en la apertura no vendrán hasta dentro de algunas semanas, pero muchos se preguntan si tendrán locales cuando tengan el permiso para abrir.