Hoy gobierno y oposición están discutiendo sobre cómo cumplir con los ompromiso monetarios de Argentina -la tantas veces ”pagada” deuda externa-, pero nada ablan de cómo hacer cumplir los compromisos, que como en este caso tienen las mpresas privatizadas a cargo del suministro de energía, sobre inversiones y mantenimiento del servicio.
En este verano, cada vez más caldeado, si bien es cierto que las temperaturas han llegado a superar los 40 grados en algunos puntos del país, con promedios por encima de los 30 º, no podemos asegurar, como lo hace el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, (27/01) que el sistema está en condiciones de "pasar la ola de calor sin sobresaltos", porque los cortes de luz están demostrando todo lo contrario, y a tal punto, que cada día abarcan más provincias, y se prolongan por más tiempo, y como señala algún titular “los cortes de luz vinieron para quedarse”. Y si no por qué el mismo ministro en declaraciones, pidió "racionalidad en el uso de la energía” (Con estas temperaturas!!!!)
La provincia de Buenos Aires no fue una excepción, el problema pegó fuerte en el Gran Buenos Aires, se quedaron sin electricidad varias zonas de Ciudadela, San Martín, Banfield, Quilmes, Berazategui, San Francisco Solano, Wilde, Lomas de Zamora, Avellaneda y Lanús. En La Plata, por radio, los usuarios denunciaron 12 cortes durante una semana, y en Trenque Lauquen, Pehuajó y Henderson, cortes diarios por una o dos horas. Cortes que también se repiten en ciudades como Bahía Blanca y Junín que ya registraron temperaturas superiores a los 40 grados.
Las propias declaraciones de los voceros de las empresas reafirman esta desinversión.
“Voceros de Edesur y Edenor, las empresas que tienen a su cargo la distribución en el Gran Buenos Aires, aseguraron que el servicio viene ‘aguantando’ la creciente demanda, más allá de ‘problemas puntuales’".
Esos “problemas puntuales” que señalan los voceros, seguramente se refieren, por ejemplo, a la explosión e incendio de transformadores que se han producido, como lo han denunciado vecinos de Haedo en uno de los primeros apagones, quienes además señalaron la presencia de un líquido de color naranja que emanaba del transformador, que los vecinos creyeron tóxico.
El gobierno pone en riesgo nuestras vidas
Los profesionales de la salud advierten sobre que el golpe de calor puede provocar la muerte. Pero la responsabilidad de que corramos ese riesgo no la tiene la ola de calor que estamos padeciendo, y en las condiciones que la vivimos (cortes de luz y agua), radica principalmente en las autoridades que siguen apañando a estas empresas que no han invertido un peso en la prestación del servicio, pero que se han llenado los bolsillos con las tarifas, las que todavía les parecen bajas, tratando, como en el año pasado, elevar su valor hasta un 400%. Y que la movilización de los vecinos hizo retroceder.
Las cosas por su nombre
Esta ola de calor “que padecemos” hoy en Argentina no es el producto de un fenómeno natural (solamente), es el resultado del negocio de las empresas privatizadoras con la anuencia y connivencia de los gobiernos de turno, y éste Nacional y Popular, no se queda afuera.
Por eso no es de extrañar, que gobierno y oposición no hablen de este tema, porque en este verano 2010, los compromisos que se discuten no son los referidos a las necesidades y urgencias de la población trabajadora (luz, agua, obras públicas), sino cómo conseguir la plata para cumplir con los compromisos con el FMI.
Empecemos a hablar de estos temas los trabajadores. Una Ola de calor, que inevitablemente va a suceder cada verano, no puede poner en jaque a toda una población, si no es sobre la base de la desinversión, y la incapacidad del gobierno de hacer cumplir los compromisos a las empresas.
En este cuadro, se nos plantea la necesidad de tomar en nuestras manos dar una respuesta al problema de la provisión de servicios, que también implicaría ir definiendo poner la plata.
*La autora es trabajadora de prensa del Diario Popular, delegada de prensa y miembro de la lista naranja de prensa, lista de oposiciòn en la UTPBA (Uniòn de trabajadores de prensa de Buenos Aires)
comparto en todo sus planteos y reflexiones.
debemos clarificar ésto, no se trata de una cuestión de la naturaleza, sino del resultado de la desinversión, el mal manejo y los negociados de los privatizadores y sus socios… quienes nos gobiernan desde hace años
la verdad, la prensa de este tipo ya me da asco, un asco muy profundo, Argentina esta mejorando, no hubo grandes cortes, si conociera el mundo sabria que es normal que la sobrecarga por frio o calor produzca fallas en los sistema, pero los agoreros de siempre me cansaron ,no es politica, quiero vivir en paz ,por eso ya no veo los noticieros ni diarios argentinos ,que si deben estar entre los peores del mundo ,junto con los mexicanos, por eso señora gimenez a usted tampoco la volvere a leer jamas, los argentinos ya nos aburrimos de tanta prensa de mal aguero.