Fueron detenidos 13 delincuentes, tras 25 allanamientos realizados por la Dirección Nacional de Investigaciones y la Policía Federal. Uno de los miembros de la banda había sido abatido durante un asalto a la custodia de la primera dama. Habían montado una mensajería como pantalla y actuaban en formato “piraña”.
Formaban parte de una organización criminal dedicada al robo violento en motocicletas, principalmente en salideras bancarias. A partir de distintos hechos en la Ciudad de Buenos Aires, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, comenzó a trabajar junto a las fuerzas federales para conocer a sus integrantes, sus roles y sus paraderos. Así, tras 25 allanamientos que realizaron funcionarios de la Dirección Nacional de Investigaciones y la Policía Federal Argentina, fueron detenidos 13 miembros de la banda entre “motochorros”, empleados infieles de estacionamientos y “marcadores”, en tanto que se incautaron armas de fuego y vehículos.
“Estos delitos generan mucha preocupación en los vecinos, ya que muchas veces no solo les roban sus pertenencias sino que lo hacen con mucha violencia. Hoy hemos dado un paso muy importante para llevarles tranquilidad, desarticulando por completo una banda de delincuentes que ya están a disposición de la Justicia”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La pesquisa fue desarrollada por especialistas de la Dirección Nacional de Investigaciones que dirige Rodrigo Bonini, de forma conjunta con detectives del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales de la Policía Federal, institución que comanda Néstor Roncaglia. Comenzó a partir de las averiguaciones de un delincuente conocido como “Peluche”, de la cual se desprendió que no solo tenía vínculos con el narcotráfico sino que formaba parte de un entramado delictivo preparado para ejecutar “salideras bancarias” en el microcentro porteño.
“Este es un trabajo excelente de la Policía Federal, donde se desbarató una banda compleja, con muchas ramificaciones que ejecutaba esta modalidad que tanta violencia y miedo genera en los vecinos. Es un golpe contundente a los motochorros”, subrayó el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.
Las tareas de campo arrojaron información sobre la metodología de la red: operaban mediante la rotura de cristales de automóviles en tránsito en cercanías de instituciones bancarias, con el objeto de robar a personas que llevaran dinero en efectivo. Además de descubrir la participación de empleados infieles de estacionamientos, se supo que tres de los delincuentes habían sido detenidos ya en otros operativos, en tanto que uno de los integrantes había sido abatido cuando intentó asaltar a un custodio de la primera dama.
Con las pruebas acumuladas, se comprendió todo el accionar complejo de los criminales. Mientras que la mayoría de estos hechos se realizan con el empleo de dos motocicletas, estos delincuentes intervenían con cuatro o siete vehículos, en «modo piraña». Esto les proporcionaba una fuerza de choque y les permitía distraer a las víctimas, además de brindar apoyo en el escape a los que actuaban contra los vehículos. Asimismo, se supo que todos los criminales que intervenían estaban en contacto permanente durante los atracos y luego actuaban de forma coordinada en caso de que alguna fuera apresado.
“Estas organizaciones desafían al Estado, mutan, migran, se transforman. Por ello la respuesta debe ser contundente, capacitando a los investigadores, especielizándolos, desarrollando el músculo de inteligencia criminal y análisis delictual”, destacó el director nacional de Investigaciones, Rodrigo Bonini. Y agregó: “Trabajamos para estar siempre un paso delante de estas bandas criminales”.
Ante ello, el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 23, Roberto Ponce, libró 25 órdenes de allanamiento en distintos puntos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. El resultado: la aprehensión de 13 miembros de la organización, responsables de una serie de robos y lesiones, y el decomiso de cuatro rodados y dos motocicletas marca Honda que habrían sido utilizadas durante los delitos.
Asimismo, los uniformados secuestraron elementos que daban cuenta de la peligrosidad de los delincuentes: un revólver calibre 38 Custer Special y otro calibre 32 marca Doberman. Para poder profundizar la investigación se incautaron 32 teléfonos celulares, cinco computadoras portátiles, cuatro tablets, tarjetas SIM, pendrives y documentación.
A instancias de la justicia, también se decomisaron elementos contundentes destinados a la rotura de cristales, como biromes especialmente diseñadas, puntas de vidia y trinchetas, cámaras fotográficas y dinero en efectivo, tanto en moneda de curso legal como en divisas.
Plomo y no joden más !
Mañana esta’n libre!!!