En una tarde de otoño donde el sol acompaño un verdadero acto de justicia, el intendente de Lanús, Dr. Darío Díaz Pérez descubrió la placa que designa a la ya ex calle Rauch y a la Plazoleta “Manuel Castro”, de Remedios de Escalada, con el nombre de Oscar Francisco Alajarín, “ vecino ferroviario y luchador social detenido, desaparecido por la dictadura militar de 1976”, tal cual refiere su texto.
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, y de la lectura de la ordenanza 10441 sancionada por el Honorable Concejo Deliberante local con fecha 9 de mayo y el respectivo decreto Nº 1086 de imposición de nombre, la obispo Nelly Ricchi de la Iglesia Metodista Argentina, procedió a la bendición de la mencionada placa.
Al respecto, Bruno Veronece, representante del Centro de Estudios históricos de Remedios de Escalada, expresó, “este es un acto de justicia y muestra que las instituciones del barrio han dado un ejemplo de coraje cívico, porque podrán quitar la vida pero nunca la memoria y la justicia”.
Por su parte la titular de Derechos Humanos Bonaerense, Derotier de Cobacho señaló, “este hecho quiere decir que todavía la memoria existe , que la lucha continúa y que la justicia llega, porque los pueblos que olvidan su historia, pueden repetirla. Los desaparecidos nos enseñaron que querían un país mejor, libre y con una vida digna y por eso pagaron con sus vidas”.
Posteriormente y citando a Jauretche en este merecido homenaje, el primer mandatario lanusense, Dr. Darío Díaz Pérez, remarcó, “hay una pedagogía de las estatuas- porque es raro encontrar un monumento que recuerde a un nacional, a un patriota. Siempre tienen estatuas los que sirvieron a los proyectos de la dependencia, en contra de los intereses populares, y su presencia reiterada encubre el daño que le han hecho a los argentinos. Con los nombres de las calles pasa lo mismo, se repiten y repiten y su presencia en un lugar nos hace pensar que han sido hombres importantes.
¿Quién sabe quién fue Rauch? Fue un militar prusiano contratado por Bernardino Rivadavia para cumplir la indecorosa e inhumana tarea de “limpiar” de ranqueles a nuestras pampas, exterminador de habitantes originarios para brindar “seguridad” y “tranquilidad” a los hacendados”.
Para finalizar detalló, “quiero dejar algún dato, para que no se diga que hablo sólo con el corazón.
En 25 años (1876-1903) y luego de la campaña al “desierto” se entregaron 41.787.000 hectáreas de la pampa bonaerense a 1843 terratenientes. De esas , 6.000.000 de hectáreas quedaron en manos de 67 propietarios de las cuales 2.500.000 fueron a las manos de un señor llamado Martines de Hoz, no casualmente el abuelo del que fuera ministro de economía de la última dictadura militar que nos arrancó a 30.000 compañeros.
Oscar Alajarín es la contracara de Rauch y ahora que sabemos quién es, podemos elegir, y porque nosotros queremos un país con memoria, justo y con la tierra y la riqueza mejor distribuida, tomamos esta decisión simbólica de designar a la calle Rauch con el nombre de nuestro ejemplar compañero”.
Se encontraban presentes además, el Presidente del Honorable Concejo Deliberante local, José L. Pallares; el titular del Consejo Escolar, Roberto Crovella; el Jefe de Gabinete, Héctor Bonfiglio ; el Secretario General de SUTEBA, Roberto Baradel; el Pastor Arturo Blatezky, Coordinador Nacional del MEDH( Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos); funcionarios del Ejecutivo municipal y representantes de distintos establecimientos educativos.
(31/05/2008)